Escribo esto este mismo día y me ha venido a la cabeza porque tengo un problemilla con mi mujer. A ver qué opináis vosotros: ella sale de cuentas hoy y no quiere que salga en un día tan raro y con un futuro trauma por el tema de sus cumpleaños y tal, pero a mí no me importa. A ver si consigo acabar el artículo sin ir al hospital.
En cualquier caso, esguince mental de por medio, sabed que el día adicional se le puso a febrero porque en la época romana, era el ultimo mes de año. Febrero se mantuvo como el último mes hasta aproximadamente 450 a.C. cuando el comienzo del año se movió al 1 de enero, una práctica que reflejaba la importancia creciente de las fechas de las elecciones consulares y otros eventos cívicos en Roma. ¡BAM! Ahí lo lleváis. ¡Drop the mic! Y así se lo imagina ChatGPT. Ni tan mal. El caso es que en ese portátil viene escrito lo siguiente. La mochila va llena de “porsiacasos”.
Por mucho que me gustaría hablaros de mi libro sobre el Pilar Dos y demás matraca doctoral, esta vez me gustaría poner el foco en dónde nos vemos los tax managers dentro de 10 años. Asistí a unas charlas sobre el ejercicio de la abogacía de una universidad extranjera y hablaban sobre nuestro futuro desde muchos frentes. No me vais a hacer ni **** caso, pero intentad haced el ejercicio vosotros mismos sobre cómo lo veis a futuro antes de leeros el resumen:
- La IA es imparable. Es imposible ponerle puertas al campo, diques al mar, etc. La única regulación posible es asegurarse que las “instrucciones” del programa son neutras desde todos los puntos de vista (“no biased”). Habrá fallos por el camino pero todo es WIP. Un proceso sin final (a no ser que ocurran una serie de cosas, seguid leyendo).
- El acceso a los datos será en tiempo real. Agilidad máxima. Esto supone poder hacer las declaraciones de cualquier impuesto en directo. ¿Os imagináis la declaración del impuesto sobre sociedades el 1 de enero firmada y presentada? Pues puede ser porque las cuentas anuales estarían también listas y presentadas en el registro unos momentos antes. Y lo mismo para el resto de impuestos. Si se opera en países en vías de desarrollo, en vez de 10 años, podrán ser unos más, pero no has terminado de tomarte las uvas y ya está todo hecho.
- Importante parte de lo anterior, es la gestión de riesgos. La evolución de esta gestión será conservadora en el sentido de que todos los países convergerán en su arquitectura (qué buena palabra, ¡eh!) legislativa y todos los sistemas tributarios se parecerán mucho. Esto significa que la tecnología blockchain será capaz de asegurar que los incentivos fiscales, pérdidas fiscales, deducciones por doble imposición, etc. cumplen con los requisitos necesarios. Lo mismo para las operaciones con entidades vinculadas a la hora de preparar la documentación de precios de transferencia y con cualquier otro componente de la declaración que se os ocurra. Eso nos lleva a una transparencia total.
- Esta transparencia nos lleva a cuál será la función humana del proceso de la administración tributaria, administrados y firmas de abogados/consultoría. La principal función será centrarse en casos no “exclusivamente” numéricos en donde cierta interpretación o negociación es necesaria al mismo tiempo que será esencial comprobar que los parámetros e instrucciones del sistema funcionan y se interpretan correctamente (no bias a favor de hacienda, of course, risas). El sistema se actualizaría todos los años a medida que nuevas leyes se publiquen con nuevos criterios. Sería un ejercicio infinito hasta el final de los tiempos y/o venga otra tecnología. Salvo que no se redacten nuevas leyes en cuyo caso estamos ******. Pero las posibilidades de que eso ocurran son tremendamente remotas. A ver qué administración no quiere meter la mano en el bolsillo del administrado para, entre otros, el estudio de la procreación de las amapolas polacas trans en la estepa africana y remediar problemas nuevos, antiguos e inventados.
- Por lo que la clave será la atracción del nexo tributario a tu territorio y el mantenimiento de incentivos fiscales y económicos para este propósito, lo cual nunca cesará. Cuanto más mejor, sobre todo sobre la base de que la natalidad va hacia abajo.
Otra parte de la charla fue sobre la formación de la cantera y la necesidad de integrar conocimientos de multitud de áreas, la propia jurídica y la ajena informática, en donde las dos son necesarias y cada profesional ocupa su lugar con sus herramientas para facilitar su trabajo.
¡¡Dentro de 8 años, bisiesto otra vez, vuelvo a recuperar esto para ver lo atinado del tema!! De momento, a no dormir durante los próximos meses y/o años. Le voy a mandar a un ChatGPT al niño a ver cómo me lo devuelve.
La opinión expresada en este artículo es exclusiva de su autor y no imputable a su entorno profesional ni personal.